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lunes, 29 de octubre de 2012

Capitulo 14



Tom no aceptó, pero tampoco denegó la propuesta. No le apetecía andar y animaba su orgullo pensando que asi se aprovechaba de él. En cinco minutos Tom puso los pies frente a su portal y con un portazo se despidió de su amigo.

Subió las escaleras con la misma dificultad que le impuso la cerradura y llegó por fin al segundo piso, donde para su horror, descubrió a Denis, sentada contra la puerta dormitando contra el dintel de la puerta.

Tom: ¡Denis dios mio, qué haces ahí...! - La chica se desveló y alzó la vista con una gran sonrisa retardada. Tom le ayudó a levantarse, y esta, se lanzó a sus brazos estrujandolo fuerte. Él se sorprendió ante tal reacción, pero no pensó mucho en que debía corresponderle.

Tom: Vamos, entremos, te has congelado estando ahí quieta a saber cuanto rato...

Sacó las llaves y abrió, abriéndole paso a la chica y cerrando a sus espaldas. Se dejó caer sobre la puerta y resopló muy fuerte. Sus reservas de energía alcohólica se estaban agotando y con ellos, sus ojos le pesaban más y más. En cuanto consiguió abrirlos se topó con la imagen de Denis dándole la espalda, mirando al interior del salón.

Tom: ¿Se puede saber qué hacías ahí afuera? ¡ Deberías de haberte quedado con Andreas, imagínate que me da por no volver a la casa esta noche!

Fue entonces cuando Denis se dignó a mirar a Tom por encima del hombro, con la mirada aterrorizada. Ya se había planteado ella la opcion de que Tom no volvería y solo de pensarlo se le hacía en la garganta un nudo.
Tom apreció la mirada desesperada y empañada de la chica y procuró relajarse, estaba algo borracho pero sabía que no debía pagarla con ella.

Tom: Lo siento, siento haberte gritado.- Suspiró.- Yo... Lo siento...

Se acerco a ella por la espalda y tras contener el aliento sin saber muy bien que hacer, decidió abrazarla. No había nada de malo en abrazarla ¿no?  Sutilmente colocó sus manos bajo los codos de la chica y se hizo hueco entre sus brazos para poder rodearle la tripa y finalmente estrecharla suavemente, sintiendo como por una vez en toda la nocha dejaba de oler a tabaco y comenzaba a endulzarse el ambiente. Cerró los ojos y sonrió.
 Sintió como se le iban relajando los musculos, hasta que creyó que realmente se iba a dormir sobre sus hombros. Pero al darse cuenta de la situación espabiló de repente, sabiendo que estaba pasando la linea roja, con ese abrazo tan largo.

Tom: De verdad que lo siento...

Murmuró con la boca enterrada en su pelo. Besó suavemente la siente de la chica y finalmente deshizo el abrazo para darse la vuelta y dirigirse al baño donde descargaría todo el sofoco que el haberle besado el pelo le había producido. Estaba muy nervioso, ¿Por qué habría hecho eso?
Daba pequeñas vuentas sobre si mismo, pues el pequeño baño no daba para más, haciendose la misma pregunta todo el rato. Le sobraba la chaqueta, el pañuelo, la camiseta todo, le sobraba todo estaba extremadamente acalorado.
Necesitaba un trago, un cigarro, un calmante.
Salió del baño y se sacó el paquete de tabaco del bolsillo, pero volvió a guardarlo cuando vió a Denis sentada en el sofá, mirando al infinito. Se veía incapaz de fumar delante de ella. Además de que eso le sentaba mal a las embarazadas.

Tom: Vamos Denis es tarde, vete a la cama...- Ella no reaccionó ante su petición.- Esta bien, venga vámonos los dos a dormir...

La levantó suavemente y ambos caminaron hasta llegar al cuarto de la chica, donde cogieron su pijama, y luego la llevó al baño y dejó a Denis haciendo sus cosas. Él mientras fue a su habitación a ponerse los pantalones de chandal que le servían de pijama. Lo hizo en el tiempo justo para recibir a Denis al salir del baño. Ella ya se había cambiado y tal y cómo el pensaba, no podía haber silueta más tierna bajo una camiseta.

Tom: Venga, vamos...

Se dirigieron a la habitacion de la chica y él le ayudó a meterse bajo las sábanas. Cerró las persianas y las ventanas, para que ni el frio ni el ruido pudieran molestarla.

Tom: Te dejo la puerta abierta, por si necesitas algo...- ¿Pegara una voz?.- ... Estoy en el salón...  Buenas noches.

Se despidió de ella con una sonrisa y apagó la luz, llendo a por su paquete de tabaco y volviendo al salón donde por fin pudo encenderse uno y fumar sacando la cabeza por la ventana, contemplando la calle y los coches pasar.

Sintió como la nicotina iba calmando sus nervios. Se prometió que esa caja sería la ultima hasta que el niño cumpliera los veinte por lo menos.
Recordó que dentro de dos días tenía su entrevista de trabajo. Recordó tambien a la chica que le atendió; por lo menos cómo era cuando él la vió por última vez. Rubia, delgada y sin curva alguna, como una tabla de planchar. Ojos grandes, risueños y siempre iba con sus pequeños labios pintados, por pura afición.
Era bastante guapa por aquel entonces y recordaba que segun se rumoreaba en el instituto era lesbiana y que había salido con un montón de chicas. Más que él incluso.
Sonrió para si mismo, aspirando tranquilamente y luego expulsó el humo del cigarro jugando a hacer aritos para distraerse, hasta que se le terminó el cigarro.
Lo tiró al vacio tras una última calada que casi le quema los labios , y expulsó el humo que pudiera quedar en sus pulmones para finalmente sentirse relajado. Quizás ahora, si podría dormir. La borrachera se había convertido en sopor y eso ayudaba. Admiró el paisaje nocturno una última vez y cerró la ventana.

Tom: Coño...- Se llevó una mano al pecho, sobresaltado al ver a Denis depié en la puerta del salón.- Me has dando un susto de muerte Denis...- Otra vez se había espabilado. Esa noche sería larga.- ... Haz algo de ruido, ¿Quieres? o me matarás un día de estos...

Ella le miraba a los ojos, con el ceño fruncido y los brazos cruzados sobre su tripa. Algo inusual y que llamó la atención de Tom. Empezaba a comunicarse, aunque no fuera verbalmente. Eso sacó una fugaz sonrisa en los labios de Tom, pero pronto se le esfumó.

Tom: Deja de mirarme asi... Solo era un cigarro... No es que haya vuelto a fumar era solo... Estaba nervioso, ya, ya me acuesto...- Denis le abrió paso sin suavizar su semblante y le siguió hasta que este llegó a su habitación.- Ya, ya, ya me voy a dormir, ya puedes irte...- Ella no se movió del marco de la puerta.- ¿qué quieres, que me meta en la cama y me arrope? Pues vale, vale...- Procedió a hacerlo y cuando ya estaba tumbado sonrió.- Ya estoy acostado, ya puedes irte... Anda acuestate Denis.

Se rió para su adentros cuando Denis apagó la luz de su habitación. Esperó oir un buenas noches, pero recibió en cambio una punzada en el pecho que le hizo recordar que los milagros no existen.

...

Tom: Bueno, volveré a por ella despues de la cena...
Gustav: No te preocupes por nada. Si se te hace tarde llamame, y si quieres se queda aqui a dormir.
Tom: No creo que haga falta... ¿Me prestas el coche?
Gustav: ¿El coche?¿Donde pilla eso?
Tom: Delante del cine, junto al hiper.
Gustav: Ah, ya se que bar es... Es el Stratocaser... Allí solía ir hace algunos años, no estaba nada mal.
Tom: Perfecto, así podrás ir a verme de vez en cuando...
Gustav: Bueno vale, coje el coche...- Le lanzó las llaves y Tom se lo agradeció con una sonrisa.
Tom: Bueno me voy. Nos vemos por la noche Denis.

Le acarició la mejilla, a modo de despedida, dandole un suave pellizco a lo que la chica sonrió. Y a lo que Tom se puso nervioso. Gustav contempló la escena con ganas de echarse a reir, pero antes de que pudiera hacerlo Tom se dió la vuelta y cerró a sus espaldas.
Solo cuando hubo cerrado la puerta del coche, sintió que se bajaba el rojo de las mejillas. Puso las llaves en el contacto y recordó una ultima vez los ojos de Denis, combinados con su sonrisa, deseándole suerte.


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