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lunes, 29 de octubre de 2012

Capitulo 10



Aun sintiento como se le resquebrajaba el pecho, sonrió  y se dió la vuelta, para tenerlo frente a frente.
Iba a intentarlo. Enfrentarse a sus miedos.
Lo miró fijamente durante un largo rato. Al principio le costaba no asemejarle a Bill. Esa nariz, la forma de la boca, los ojos cerrados...
No, no debía de caer. Era Tom. Sería su gemelo, pero tenía que ver solo y exclusivamente a Tom y no al fantasma de su hermano.

Volvió a intentarlo. Se frotó la cara para espabilarse un poco y continuó buscando las diferencias que debería de tener presente desde entonces en adelante.
El piercing de su labio le hacia un rostro menos dulce que el de Bill. El de la ceja. Él no tenía ninguno, mucho más natural. Tom no tenía ningun lunar bajo el labio. Y poniendonos tiquismiquis, tambien se podría decir que Tom era más moreno de piel que su hermano.
Sonrió para si misma. Quizás si eran diferentes.

Se giró con dificultad sobre si misma de nuevo y miró el despertador. Las una del mediodia casi.
Viendo que no podía volver a dormirse con la misma facilidad de anoche, se levantó con cuidado de no despertar a Tom y descalza se fue a la cocina.
Pensó en comerse alguna de las sobras que habría en la nevera, para asi no tener que obligar luego a Tom a comerselas, asi que con cuidado de no golpearse el vientre con la puerta, cosa dificil, rebuscó dentro del frigorifico algun taperware. Pero nada. Tom los habría tirado todos... O quizás se los habría comido él. Ella deseó que fuera lo primero.
Pensó entonces en prepararle el desayuno a Tom. Un par de bol de cereales de chocolate que a él le encantaban. Al buscar el bol de cerámica, se las vió y deseó para alcanzar el armarito donde se guardaban.
 Ella nunca fue una chica muy alta y el tener un bombo por estomago no favorecia mucho su situación. Tras varios y cansados intentos, consiguió agarrar un bol, pero no consiguió mantener en su sitio el que habia debajo de este, y cayó al suelo, partiendose en varios trozos que consiguieron despertar a Tom.

Tom: ¿¡Denis, donde estás...!? - Apareció entonces por la puerta de la cocina y aunque su angustia menguó, no consiguió tranquilizarse.- ¿Que ha pasado?¿Estás bien?¿Te has cortado, te has hecho daño...?

Denis negaba continuamente, aun un poco acongojada por lo sucedido, hasta que no pudo evitar agachar la cabeza con vergüenza por el estropicio.

Tom: ¿De verdad que estás bien? A ver, quitate de ahi, te vayas a clavar algun cristal... ¡Qué haces descalza! Oh, dios mio, que suerte tienes hija mia...

Sin proponerselo si quiera, puso un brazo bajo las rodillas de Denis, y el otro rodeó su espalda, para levantarla en bolandas y alejarla del destrozo. En un acto reflejo, Denis abrazó el cuerpo de Tom, por miedo a que su peso y el del bebe, fuera demasiado para él. Pero no fue asi precisamente, no fue pesadez lo que notó Tom en su interior al ver el rostro de Denis situado junto al suyo, o al notar como sus brazos rodeaban su cuello. O al notar la calidez de su vientre en su estómago.
Se sintió fragil y confuso. No sabia si dar un paso atrás o hacia alante, no sabia si soltarla, o asegurarla más aun entre sus brazos. Si por él hubiera sido, la habria sostenido ahi toda su vida, empapandose de ese olor a vainilla que cada vez lo alejaba más del mundo terrenal.
El hecho de notar una fugaz presión en su estómago y el que Denis soltara sus hombros para llevarselos al estómago, le hizo explotar la burbuja donde se habia quedado embelesado. Volvió a la vida real, para darse cuenta de que habia pasado demasiado tiempo con ella en brazos, cosa que lo ruborizó instantanea y bruscamente. La sacó de la cocina con cuidado y la llevo hasta el salón donde le ayudó a sentarse aun sin darse cuenta del gran momento que habia pasado desapercibido para él.

Tom: ¿Estás... bien...?

Ella ni se molestó en mirarle, seguia acariciando la enorme esfera en la que se habia convertido su plano vientre. Tom no comprendia bien y viendo que no iba a obtener mucha respuesta se giró para dirigirse a limpiar la cocina.
Denis no tardó en detenerlo, agarrando su camiseta y haciendolo retroceder preocupado. Ella sin hacer mucho caso a su estado de alerta innecesaria, cogió su mano, enorme comparada con la suya, y la coloco sobre su tripa. La notaba cálida, suave, como un melocotón que dentro llevaba una gran semilla que dentro de poco se convertiría en otro precioso, y preocupante, melocotón.
Tom comenzó a hacerse la idea de lo que sucedia y una pequeña sonrisa comenzó a aflorar en su cara la cual compartió con Denis en una repentina mirada.
Poco a poco, las manos de Denis fueron haciendoseles frias, hasta darse cuenta de que era él quien estaba ardiendo.

De forma brusca apartó las manos de ella y se levantó nervioso. No sabia a donde mirar. Se veia ridículo.

Tom: Voy a... Limpiar la cocina. Te prepararé el desayuno... - Murmuró sin estar muy seguro.

En dos zancadas salió del salón en dirección a su habitacion, donde cerró y se sentó en la cama, procurando relajarse.
Le temblaban las manos de pura excitación.

Sintió unas ganas tremendas de preguntarle a Denis si ella se sentía asi de mal cuando se enamoró de Bill. Si pensaba tantisimo en Ben como el lo hacia en Bill. Si algo tan simple se le hacia un mundo con tan solo una mirada, o un roce. Si aquello era solo la entrada al rellano de su infierno personal.
Queria pegarse un tiro. O dos si le daba tiempo.

Cogió aire rapidamente en cuanto oyó abrirse la puerta.
Denis aparecía tras ella, con el movil de Tom en la mano, tendiendoselo.
Tras un par de segundos de observarla algo asustado, se levantó y le cogió el movil.

Tom: Gracias...

Suspiró casi sin mirarla. Ella sonrió levemente y salió de la habitacion. Tom asomó la cabeza para ver como se alejaba por el pasillo.

Tom: Ponte unas zapatillas.- Le dijo antes de volverse adentro. Finalmente descolgó.

[b]Conversación telefónica[/b]

Tom: ¿Digame?
Andreas: Hey, ¿Cómo estás?
Tom: Ah, hola... Bien, bueno, como siempre...
Andreas: Ah, bueno... Iba a preguntarte... ¿No te habrás olvidado de la cita con la ginecóloga no?
Tom: Oh, dios, casi se me olvida o.o
Andreas: Me la he encontrado hoy en el rellano y me lo ha mencionado. Que echa de menos a Denis, que blablablabla... Esta tarde a las siete.
Tom: No, no se me olvidará, gracias... Aunque juraría que era la semana que viene...
Andreas: ¿Tu en qué dia vives?
Tom: Supongo que en el 7 de julio como todo el mundo...
Andreas: Las vacaciones te sientan fatal ¿eh? - Tom sonrió.-  Estamos a dia 14, jueves.- Con incredulidad, fue a mirar el calendario que guardaba en su monedero. Cierto, catorce de julio.- Que bueno, que llamaba para saber si tengo que hacerte alguna compra más, que mañana, despues de comer tengo un par de horas libres...
Tom: Mmm... No lo se... Espera un momento.- Se fue a la cocina y nada más ver a Denis de rodillas recogiendo trocitos de cerámica se le puso el corazón en la garganta.- ¡Se puede sabes qué haces! ¡Levanta ahora mismo, no puedes forzar el cuerpo, Denis...!

Soltó el telefono en la encimera y la ayudó a levantarse con muchisimo cuidado y la puso de camino a la puerta.

Tom: Gracias, pero ya lo recojo yo...- Su estomago rugió ferozmente, recordandole que aun no habian desayunado.- Oh, mierda, mierda, mierda... Denis, ahora mismo te preparo el desayuno, lo siento.

Ella salió de la cocina un poco enfada por que Tom no le hubiera dejado recoger aquello. Vale que estuviera embarazada, pero no le gustaba sentirse una muñequita de porcelana.

Él se fue a por la escoba y el recogedor, y barrió como pudo los trozos que quedaban en el suelo. Cuando acabó abrió el frigorifico y viendo la poca cosa que había recordó que Andreas estaba todavía al telefono...

[b]Conversación telefónica[/b]

Tom: ¡Andreas...! Lo siento, se me fue el santo al cielo...
Andreas: No, si ya vi... Bueno, dime, que apunto.
Tom: Pues veamos... Mmmm... Un par de cartones de leche... Leche entera, nada de desnatada ni cosas asi... Una lechuga o dos, y dos kilos de tomates y patatas... Pan, una telera y una bagette... Y un bote de ketchup. Yogures y compra algo de fruta asi variada... Estoy harto de las manzanas... -.-
Andreas: No... manzanas... Deacuerdo. Apuntado.
Tom: Dame un toque para que baje a ayudarte a subir eso.
Andreas: Estaré sobre las cinco allí mañana ¿ok? Bueno, recuerda, la ginecóloga. Esta tarde.
Tom: Si. A las 7. Gracias.
Andreas: No tiene importancia... Nos vemos mañana... Saluda a Denis de mi parte.
Tom: Lo haré. Hasta mañana.

[b]Fin de la conversación telefónica[/b]

Suspiró por enesima vez en lo que llevaba de mañana y solo de pensar en asistir a una revisión de ese tipo se le hacia el estomago papilla.


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