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miércoles, 7 de noviembre de 2012

Capitulo 19



"[i]Ha hablado. Me ha hablado. ¡Dios mio por fin me ha hablado![/i]"
Quiso estallar en carcajadas pero se las guardó para si mismo y decidió meterse en la cama, cruzando los brazos bajo su nuca, y notando como se le deshacían todos los nudos que se habían formado en su pecho a lo largo de esos siete meses.
Quizás, lo que le hizo más feliz de aquella pequeña velada, era la idea de que, Denis, le había reconocido como padrastro del bebé y que... No se había asustado de ello lo más mínimo.
Esa noche apenas durmió, sumido en la felicidad y el nerviosismo de los últimos acontecimientos. En cuanto sintió los primeros rayos de sol se levantó y fue a darse una ducha, para prepararse ante el maravilloso dia que le esperaba.
Se pasó la mañana sentado en salón, ojeando revistas y dándole sorbos a su café, hasta que se le enfrió y se concentró en buscar una bonita guitarra acústica, barata y a ser posible de segunda mano.

Denis: ¿Desde cuando estás despierto?

La voz de la chica, a pesar ser lo más dulce que podía haber escuchado esa mañana, le sobresaltó de sobremanera, cosa que intentó disimular con una nerviosa sonrisa.

Tom: Desde las seis... O las siete no lo se, no podía dormir...- Sorprendida, miró el reloj del salón. Ya casi era la una del mediodía.
Denis: Ya veo... ¿Has desayunado ya?
Tom: Si, claro...- Si a un café frío se le podía llamar desayuno.- ... Si te esperas cinco minutos preparo el tuyo... Ven siéntate ..- Se levantó y le cedió su sitio, recogiendo las revistas en un montón.- ¿Quieres cereales, unas tostadas...? Aunque es tarde, quizás no... No, si, si tienes que comer. Vales por dos, claro que tienes que comer.- Se levantó con nerviosismo, apilando las revistas.
Denis: Ya me lo preparo yo, no te preocupes.
Tom: ¿Que? No, no venga, siéntate, te lo hago yo.
Denis: Tom no seas incordio, he dicho que ya me lo preparo yo.

La chica salió del salón, dejando a Tom con la palabra en la boca. Volvió a sentarse aun sin creerse que la propia Denis le había ordenado no hacerle el desayuno. Por un lado le alegró, era autosuficiente, estaba bien... Por otra parte... ¿Significaba eso que ya no tendría que ayudarla?¿Dejaba de ser útil?
La sonrisa que la aparición de Denis le había provocado se fue desvaneciendo, y con desgana, abrió de nuevo la revista, buscando. Todas pasaban de los setenta euros y eso era demasiado dinero para  él. Tendría que esperar a recibir su primer sueldo... Si es que conseguía el empleo.

Denis: ¿Sigue en pie lo de ir a mirar la cuna...? Tom.
Tom: ¿Si? Perdona estaba mirando... unas cosas.- Cerró la revista e hizo hueco en la mesa para que Denis pusiera su taza.
Denis: Si vamos a ir mirar la cuna y eso...
Tom: Ah... Pues... Si, claro.- Afirmó sin estar seguro de sus promesas.- Si te parece bien, salimos sobre las seis... Y luego recogemos a Domo para sacarlo a pasear.

Denis respondió con una sonrisa de afirmación y dió un sorbo a su taza. Tom la contemplaba, como hacía a menudo, pero en esa ocasión, los ojos de Denis se levantaron para clavarse en los suyos y de ese modo, ruborizarlo a más no poder. Cuando vió que iba a separar sus labios de la taza, se levantó.

Tom: Voy a... Mirar el correo.

Nervioso, hizo una pila con las revistas y las llevó hasta el revistero. Acto seguido cogió las llaves y salió al rellano, para bajar hasta los buzones. Casi lo pilla infraganti. Ya no podía mirarla sin esperar una reacción a cambio. No podía deleitarse con su sonrisa sin que ello diera lugar a una situación incómoda.

Tom: Bueno, se acabó lo que se daba...

Murmuró para si mismo, prometiéndose que a partir de entonces dejaría de tratarla como una obra de arte.
Abrió el buzón y sacó varias cartas que le daban miedo mirar.
El banco, el banco, publicidad, factura, factura, más publicidad... Hoy en día ya nadie recibe cartas de personas de carne y hueso.
Mientras subía por las escaleras, con paso lento, se dedicó a abrir las cartas del banco. Por suerte, eran solamente propaganda de nuevos tipos de cuentas, créditos e inversiones. Las tiró, junto a la publicidad. Ralentizando su paso y con más temor aún, abrió las últimas cartas, que contenían mensajes como "...72€ de gasto en consumo de agua...", "...55€ de gas natural..." y "...102€ en consumo energético..." Su gozo en un pozo.
Todo eso sumaba casi los 250€. Los cuales, le parecían una barbaridad. Y una guitarra menos. Y quizás, una cuna y un carrito imposibles.
Cuando quiso apartar la mirada de las cartas, ya estaba abriendo la puerta. No sabía donde meterse, en cuanto Denis le sonrió, mientras esta llevaba sus cosas a la cocina.
No quería preocuparla  asi que guardó las cartas en el cajón del mueble de la entrada y con una poco practicada sonrisa, entró a la cocina.

Tom: Dejame que lave los platos...
Denis: Puedo hacerlo yo. Solo estoy embarazada, no me he vuelto parapléjica.
Tom: Ya, pero estarás más cómoda sentada en el sofá, viendo la tele.
Denis: Y tu también, asi que déjame ya, hombre.
Tom: ¿Qué hacías cuando era yo el que lavaba los platos, barria la casa, hacia la comida y las habitaciones?¿Cómo te aguantabas para no rechistarme?
Denis: No lo se.
Tom: Pues recuérdalo y hazlo, asi podré seguir siendo alguien en esta casa.
Denis: No seas melodramático, ¿cómo que seguir siendo alguien?¿A que coño viene eso?
Tom: Nada, da igual, déjalo.

No recordaba ya lo irritante que era Denis. Tras dos segundos más de observarla furioso, se dió la vuelta y salió de la cocina, para irse a hacer las camas. Se suponía que iba a ser un maravilloso día, no un episodio de disputas matrimoniales sin matrimonio. Ya se había olvidado de lo mal que se llevaban él y Denis cuando ella era todavía una ocupa en su casa. Había prometido cuidarla, e iba a cumplir su promesa; lo único que pedía era que ella no se lo pusiera demasiado difícil. Un bebé ya lo complicaba todo bastante.

Mientras en la cocina, Denís mordía se mordía las uñas con exasperación. ¿Acaso Tom no debía alegrarse ahora que ella estaba dispuesta a avanzar? Recogió la cocina y se fue a su habitación. Coincidió que en ese momento salía Tom del suyo, poniéndose la sudadera y abrochándosela. Quiso evitar su mirada, pero el oir las llaves le hizo cambiar de idea.

Denis: ¿A dónde vas?
Tom: Al banco.- Respondió dándole la espalda. Procuró relajarse y queriendo aparentar calma, se giró para mirarla.- A sacar dinero...- Intentó sonreir. Le hacía gracia cómo le quedaba a Denís sus camisetas a modo de pijama.- Si no, ¿Con qué dinero vamos a comprar la cuna?
Denis: Vale...- Denís respondió a su pregunta con una tímida sonrisa.- No tardes.
Y retomó su camino a la habitación. Con cuidado se sentó en la cama y de fondo, oyó como se cerraba la puerta de la calle.

Le iba a costar más de la cuenta el controlar sus nervios. Llevaba un tiempo fijándose en cómo Tom le sonreía y la trataba, y muy lejos de disgustarle, se lo agradecía desde lo más profundo de su corazón. Pero por otro lado de preocupaba.

3 comentarios:

  1. Vaya par... era cuestión de tiempo que empezaran con sus pequeñas disputas xD
    Ñé, a ver como sigue, no me tardes tanto en subir :-(

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  2. O_O gracias gracias por subir cap!!!! Quiero maaaaaaaaaaaaas!!! Por fa no te tardes!!
    UNA PREGUNTA HABIA UNA PARTE I de esta fic si es asi la puedo leer?? tienes el link!!??

    Estoy leyendo una II parte sin haber leido la primera wow la primera debio ser genial! por fa avisame

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    Respuestas
    1. Si, hay una primera parte, en fotolog,

      http://www.fotolog.com/fics_th_akitina/30110164/

      Aqui te la dejo :)

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